En una entrada anterior vimos el impacto del diseño geométrico de carreteras en el consumo de combustible de los vehículos y en las emisiones de CO2, de manera que cuanto más sinuoso es un tramo de carretera mayores son las tasas de emisiones, principalmente debido a que esta tipología de vías implica mayores y más bruscas variaciones de la velocidad.
Asimismo, la pasada semana se presentó el concepto de consistencia del diseño geométrico de carreteras, que se puede definir como el grado en que el trazado de la carretera responde a las expectativas de los conductores. De este modo, un trazado consistente es aquel que lleva a una conducción harmoniosa libre de eventos que puedan sorprender a los conductores. Centrándonos en los modelos globales de consistencia, cuanto mayores son las variaciones de la velocidad a lo largo de un tramo de carretera, menos consistente es y, por consiguiente, mayor es la tasa de siniestralidad.
Fruto de estas investigaciones, en el Grupo de Investigación en Ingeniería de Carreteras de la UPV nos planteamos estudiar la relación entre la consistencia del diseño geométrico y las emisiones. En este sentido, si grandes variaciones de la velocidad conducen a mayores emisiones de CO2 y trazados más inconsistentes, entonces quisimos verificar la hipótesis de que cuanto más consistente es un tramo de carretera, menor es el consumo de combustible y, por tanto, menores son las emisiones.